viernes, 21 de abril de 2017

La palabra como utensilio

La palabra como utensilio
            Se ha sabido a lo largo de los años que el ser humano por necesidad tiende a comunicarse ya sea de manera oral o escrita. La palabra como utensilio se refiere al significado que nosotros pretendemos darle a esa palabra en torno a su contexto y naturaleza. La palabra en si es una herramienta indispensable de la cual sin su existencia no habría manera de darle algún sentido, drama o profundidad filosófica a la palabra.
            La palabra en su sentido científico no tiene profundidad, ni siquiera un sentido o conexión, en cambio la palabra en su sentido filosófico tiene interacción conexión con lo que se pretende dar a entender, por eso es importante adecuar la palabra y utilizarla en circunstancias concretas. El uso de la palabra es de suma importancia en la abogacía, es por ello que a continuación hablaremos de la importancia que tiene la misma, en relación con la argumentación y la retórica jurídica.
            La argumentación tiene una gran importancia en la vida de cualquier persona, especialmente en la de los abogados, la argumentación es recurso imprescindible. Cuando argumentamos, lo que hacemos en realidad estamos comunicando a los demás las razonas por las cuales creemos que un hecho es verdadero, falso, como, cuando y hasta el porqué. La argumentación es un proceso cuyo objetivo es persuadir al receptor. Una buena argumentación se basa en razones, razones válidas y legítimas, para demostrar que lo que decimos es correcto, para lograr convencer a las demás personas sobre cierto punto, o para que actúen como queremos que lo hagan.
            Para los estudiosos del derecho la capacidad argumentativa es necesaria y quizá la cualidad más importante para distinguir entre los buenos abogados y los no tan buenos, sin embargo, saber argumentar bien requiere horas de estudio, investigación y elaboración de borradores en la mente antes de hablar. Si bien es cierto, la argumentación tiene un lazo muy grande con la retórica que es la ciencia de poder argumentar, relacionada a la vez con la oratoria que es en sí el arte de hablar con elocuencia y persuadir, por lo tanto para que un abogado base sus resoluciones, las cuales deben estar debidamente fundamentadas y motivadas, pero lo más importante, expresadas de manera correcta a la audiencia y al juez.
            La retórica jurídica es una técnica de argumentación y un modo de construir la verdad. La retórica piensa al lenguaje como un proceso de construcción en el que la competencia lingüística, constituye el elemento fundamental de las prácticas discursivas jurídicas. Se podría decir que la retórica es el arte de convencer al juez jurídicamente hablando.
Con todo lo ya expuesto  podemos llegar a la conclusión de que la fuerza de un argumento se construye desde dos posiciones: el argumento es fuerte porque el discurso es eficaz para un auditorio determinado (esa eficacia se mide por medio de la mayor o menor adhesión del auditorio a las ideas propuestas por el orador), y también el argumento es fuerte porque es válido.
La validez del argumento radica en su mayor o menor proximidad (coherencia) con el corpus jurídico vigente. La eficacia del argumento es discursiva, mientras que la validez del argumento es jurídica. En última instancia, el auditorio es una comunidad discursiva (comparte un léxico que nombra y valora al mundo de una manera determinada) que acepta y legitima todo argumento que se construya desde el léxico de esa comunidad discursiva.
El argumento debe existir o debe tener posibilidad de existir, tener un control de imposibilidad física y jurídica, además debe estar justificado, hay que motivarlo. El argumento aceptado (verdad formal) no debe estar en contra de la verdad real. Entonces llegaremos al punto de que a fenómenos semejantes, la misma consecuencia.
El argumento utilizado no debe contradecirse. Todo aquello que es no puede no ser, los argumentos deben ser pertinentes, ya que la explicación más simple es la más probable.
La argumentación debe atender a las máximas de la experiencia, que implícita el sentido común (importan a menudo valores culturales).
HITO MARTINEZ
HITO MARTINEZ
MARQUEZ HERRERA
NUÑEZ ORNELAS



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